El Coaching, o simplemente “Coaching” es un término que todavía confuso y en algunos casos mal entendido. Algunas personas usan la frase “deberías conseguirte un coach” únicamente para remediar situaciones que no han sido del todo satisfactoria. Algunas otras personas también lo ven como un reemplazo a la sicoterapia o a como consultoría. Y con tantas posibilidades, es fácil entender por qué hay confusión y malos entendidos al respecto.
Si estás leyendo este texto, es porque seguramente te has preguntado “¿necesito un Coach?” y mi intención al escribirlo es ayudar a aclararte lo que es y lo que no es Coaching y también ayudarte a entender si lo necesitas y si estás listo para tener un coach.
De acuerdo a la International Coaching Federation (ICF) “El coaching profesional es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional”.
La definición de la ICF es corta, pero tiene mucha sustancia. Descomponiendo sus elementos tenemos:
Profesional: Quienes nos dedicamos a ser Coaches, debemos ser profesionales, lo que implica tener preparación, certificaciones internacionales y experiencia.
Proceso: El coaching es un proceso, esto es, tiene diversas fases o etapas sucesivas y planeadas que nos llevan a conseguir el resultado.
Reflexivo y creativo: En la relación entre coach y cliente, la clave del éxito está en la reflexión y la creatividad.
Maximizar potencial, el objetivo de todo proceso de coaching.
Es muy importante entender que el Coaching no es un proceso de consultoría, que implica contratar un servicio experto que proporcionará la respuesta o guía para la resolución de un problema. Tampoco es un servicio de psicoterapia, que requiere estudios específicos en psicología y terapia y se enfoca principalmente en el tratamiento de problemas mentales y emocionales.
En el coaching, el cliente o coachee es el responsable de encontrar las respuestas y definir las acciones a tomar para potenciar sus resultados.
A partir de la definición ya hay varias preguntas que hacerse al considerar contratar un coach:
1. ¿Necesito maximizar mi potencial en algún aspecto personal o profesional?
2. ¿Tengo disponibilidad para contratar a un/a coach profesional y pagar sus honorarios?
3. ¿Puedo involucrarme en un proceso reflexivo y creativo o espero (coaching) o espero que me den las respuestas y instrucciones para resolver mi problema, (consultoría)?
Si las respuestas a estas tres preguntas son positivas, entonces en un principio, puedes involucrarte en un proceso de coaching. Sin embargo hay más preguntas que hacerte para saber si debes hacerlo:
¿Puedo confiar en otra persona para hacer el proceso conmigo?
¿Puedo vulnerarme en la búsqueda de opciones y respuestas?
¿Me puedo comprometer a cambiar lo que debo cambiar para lograr mis metas?
¿Me puedo responsabilizar de las acciones y resultados?
Recurrir a un coach depende de cada persona. Aunque en algunos casos las empresas pueden pedir un coach para alguien del equipo directivo, el resultado solo se da si la persona está lista para tener un coach.
Si quieres profundizar en la posibilidad de tener un coach, no dudes en contactarme y solicitar una prueba sobre “Coachabilidad”. Estoy seguro la encontrarás muy útil.
Mientras tanto, deseo tengas un excelente día y seas muy feliz.
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